viernes, 14 de marzo de 2014

La vida del Jabon

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Un hombre va al otorrino y le dice:

- Mire es que mi mujer se está quedando sorda.

- Ya bueno, y ¿dónde está su mujer?

- No, es que es muy orgullosa y no va a querer venir, pero yo necesito 
que me dé una solución porque ya no puedo más con ella. Yo la quiero 
mucho pero esta falta de comunicación me está matando.

- Bueno vale, pues vamos a hacer una cosa. Usted hablele a ella desde 
una distancia prudencial, y vaya acercándose hasta que ella le conteste.
 Luego me mide la distancia, me lo dice y ya veo yo el grado de sordera 
que tiene y ya la puedo ayudar.

Allá que se va el hombre para casa, y nada más entrar grita:

- ¡Amparo!

Nada. Se acerca hasta el recibidor y vuelve a gritar:

- ¡Amparo!

Nada. Entonces ya entra hasta el salón y vuelve a gritar:

- ¡Amparo!

Y nada. Ya desesperado, que piensa que su mujer está sorda como una 
tapia, se acerca hasta la cocina y allí la ve fregando. Se pone detrás 
de ella y vuelve a gritarle:

- ¡Amparo!

- ¡¡¡¿¿¿Qué quieres coñoooo, que ya te lo pregunté cuatro veces???!!!

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